La basura abandonada o desechada en playas y riberas acaba en el océano, sumándose a la ya enorme contaminación por plásticos de nuestros mares. Una vez que el plástico está en el océano es bastante difícil y caro recuperarlo. Nuestro planteamiento es recoger los residuos plásticos antes de que lleguen a los océanos, reciclarlos y convertirlos en nuevas bolsas. De este modo protegemos los océanos y su vida marina, así como a nosotros, los humanos, y nuestro clima.
8 millones de toneladas de plástico acaban en nuestros océanos cada año. Este plástico nos afecta a todos: está en nuestra agua, en nuestros animales y en nosotros. Hay que hacer algo. La prevención y la limpieza son fundamentales, al igual que el establecimiento de cadenas de suministro que permitan el reciclado económico y sostenible del plástico y valoren los residuos plásticos como el valioso recurso que son.